La oposición recicla desechos políticos
Prosa Aprisa/Por Arturo Reyes Isidoro.
Asistimos, ahora mismo, a una degradación de la práctica política en Veracruz.
El actual proceso electoral municipal está sirviendo para mostrar un nuevo rostro de ése que debiera ser un ejercicio democrático: el descaro de los partidos políticos al dar cabida en sus filas a personajes impresentables, señalados por la fama pública, para que sean sus candidatos a presidentes municipales o, en todo caso, a síndicos o regidores.
Después del más bajo nivel al que cayó la actividad en Veracruz con Javier Duarte y –como le llama Miguel Ángel Yunes Linares– toda su “banda”, sorprende y alarma que las dirigencias partidistas no traten de enmendar el camino y persistan en sostener vicios y prácticas que denigran el oficio de los políticos y ofenden gravemente a los veracruzanos.
Principios y valores que deben regir toda formación política han desaparecido casi por completo para dar paso a un pragmatismo vergonzoso sustentado en el cinismo, la conveniencia y obsesión por el poder, así como la ambición económica.
Lo más grave, creo yo, es que los ciudadanos veamos los hechos y no nos conmovamos, aceptemos las cosas y con nuestro silencio avalemos lo que está mal. Cuando surjan más Duartes, no tendremos derecho a quejarnos ni a reclamar nada. Si es cierto lo que decía Winston Churchill de que cada pueblo tiene el gobierno que se merece, entonces también nosotros nos hemos degradado porque no obstante los gobiernos y los gobernantes desastrosos que hemos tenido, corruptos y que le han hecho mucho daño a Veracruz, los seguimos tolerando.
En una nota publicada en el diario Notiver, mi compañera Noemí Valdez lo describió así: “Cual si se tratara de ‘obra negra’ de construcción, partidos políticos de Veracruz iniciaron la recepción de ‘cascajo’, de personajes que han ocupado cargos políticos y que ahora pretenden volver al poder bajo las siglas de otras instituciones”.
Más que cascajo (fragmentos de piedra y de otras cosas que se quiebran, según el Diccionario de la Real Academia Española), creo que se trata de desechos (aquello que queda después de haber escogido lo mejor y más útil de algo) humanos políticos, personas sin convicción, sin principios, sin ideología, sin una formación política sólida, oportunistas, ambiciosos…
El que se dice un partido de izquierda, Morena, y su dirigente y propietario se autoproclama el único político impoluto que hay en todo México, Andrés Manuel López Obrador, ha optado por hacer lo mismo que el PRI, el PAN y todos los demás partidos: reciclar a personas cuyo comportamiento en el servicio público ha dejado mucho que desear.
En su acto del domingo pasado en la Plaza Lerdo de Xalapa, expanistas y expriistas fueron abucheados al grito de ¡fuera!, ¡fuera!, ¡fuera! por la multitud que vio cómo pasaron a rendirle pleitesía ahora a su nuevo jefe político, abucheo no gratuito porque bien saben la clase de fichitas que son.
Un claro ejemplo es el exdiputado federal panista Rafael Acosta Croda, quien primero se mostró públicamente con AMLO y luego anunció su renuncia al PAN, un hombre ampliamente conocido en el puerto de Veracruz como “El loco Acosta Croda” por su comportamiento personal de escándalo, quien no tiene empacho en presumir como amigo a Alberto Silva Ramos y expresar sus “respetos” por Fidel Herrera Beltrán y quien aspira a ser presidente municipal moreno.
Por otro lado, llama la atención que el partido Movimiento Ciudadano, que más o menos había cuidado su imagen, tenga ahora, por ejemplo, como operador político al sedicente periodista, Eduardo Sánchez Macías, al que siendo diputado local sus propios compañeros lo acusaron en tribuna de intentarlos extorsionar, lo mismo que quiso hacer con políticos aspirantes a cargos de elección popular del distrito de Perote. Ahora aspira a ser presidente municipal de Martínez de la Torre.
Recientemente me sorprendió escuchar el testimonio de alguien que me dijo que este señor, que abusó del erario estatal al amparo de un parentesco familiar con la esposa de Javier Duarte, Karime Macías, había sido intermediario para comunicarlo con Dante Delgado, el operador de la Comisión Operativa Nacional de ese partido, o sea, el que lo dirige. La pregunta me asaltó de inmediato: ¿y Armando Méndez de la Luz y Rosario Quirasco Piña, esos sí, políticos decentes?
Cito a estos partidos porque se supone que son de izquierda y que ofrecen al electorado, a la sociedad, el cambio tan deseado, que todos pregonan pero que nadie cumple. ¿Con todas estas fichitas que ahora están reclutando van a mejorar el estado de cosas en el país y en Veracruz?
Del PRI ya ni caso tiene hablar como tampoco del Verde, que es su satélite, del PRD, menos, y del PAN hay que esperar a que dé a conocer a sus precandidatos y a sus candidatos para saber si al menos ellos tienen un comportamiento distinto.
Hay tiempo para organizarse y no dejar que estos oscuros personajes, vividores de la política y del abuso del poder, vuelvan a ocupar un cargo público. La única forma de pararlos es en las urnas el día de las votaciones. Los partidos que los postulen merecen también la desaprobación, el voto en contra.
Nicanor Moreira va por el PRD-PAN
Prácticamente quedó definido: con la aprobación de Boca del Río, el empresario mueblero e inmobiliario xalapeño Nicanor Moreira Ruiz será el candidato de la coalición PAN-PRD a la alcaldía de Xalapa.
Dejó en el camino a la joven Ana Miriam Ferráez Centeno, de la conocida familia radiofónica Ferráez, quien utilizando su famoso apellido se movió y buscó apoyos, pero quienes realmente deciden en la alianza partidista optaron por Nicanor.
Inicialmente, Moreira se empezó a promover desde el año pasado, reuniéndose con columnistas de Xalapa, lo mismo en desayunos que en comidas y cenas. Su idea inicial era participar como candidato independiente.
Algo que se le tiene que reconocer es su persistencia, pues nunca se desalentó y por el contrario empezó a acercarse a xalapeños de las colonias populares, invitándolos a festivales que ha organizado en un gran terreno de su propiedad en la salida al puerto de Veracruz.
Osciló entre si lo arropaba algún partido político, y han sido el PAN-PRD quienes lo van a postular. Él contaría con el apoyo de poderosos empresarios de la capital veracruzana, con quienes forma parte de una agrupación privada dedicada a promover iniciativas a favor de Xalapa.
Según una fuente, en Boca del Río le habrían dado luz verde y le habrían indicado que se moviera ya con los perredistas (la candidatura se la cedió el PAN al PRD), y a eso se debió la reunión ayer con la presidenta del CEN del PRD, Alejandra Barrales, “para construir un mejor porvenir para Xalapa”. Equivalió ya a su bendición política.
Superada esa aduana, ahora vendrá lo mejor: enfrentar con éxito y superar al candidato de Morena, partido que domina la plaza. Aunque inicialmente el excandidato a gobernador Cuitláhuac García Jiménez había dicho que aspiraba a la candidatura, finalmente declinó e irá ahora como abanderado un investigador de la Universidad Veracruzana, quien será proclamado el próximo mes.
La precandidatura de Moreira por el PRD-PAN y la candidatura de Morena garantizan ya un tercer lugar al PRI y a quien resulte su candidato o candidata.